Olivo
- Nombre científico:
- Enfermedades:
- Repilo del olivo: su nombre común es Cycloconium oleaginym Cas, ya que esta enfermedad es producida por el hongo Cycloconium oleaginum. Uno de los síntomas más característicos es la aparición de manchas circulares en el haz de la hoja de color oscuro, negras o grises. Posteriormente estas manchas se vuelven de un color amarillento y al finalizar la primavera las hojas se caen, se produce una defoliación, sobre todo en las zonas bajas del olivo, por lo que el árbol se debilita, y puede disminuir su producción.
El agricultor suele utilizar dos tratamientos, uno que se da al final del verano o principio del otoño y otro al final del invierno (hay que procurar que los tratamientos se hagan antes de las lluvias de final de verano o de principio de otoño) También es recomendable que el olivo esté bien aireado y se intente reducir la condensación, haciendo podas donde el árbol no quede muy poblado.
El agricultor suele utilizar dos tratamientos, uno que se da al final del verano o principio del otoño y otro al final del invierno (hay que procurar que los tratamientos se hagan antes de las lluvias de final de verano o de principio de otoño) También es recomendable que el olivo esté bien aireado y se intente reducir la condensación, haciendo podas donde el árbol no quede muy poblado.
En estas hojas de olivo podemos observar las manchas que se producen por la enfermedad del repilo
Algunos de los productos más usados en los tratamientos son: Caldo Bordelés, Oxido cuproso, Oxicloruro de Cobre, Ziram, Oxicloruro de Cobre y Zineb, , Captan, Captafol, Benomilo, etc.
- Verticilium: esta enfermedad suele aparecer en olivares intensivos, rara vez en olivares tradicionales. Lo que ocurre es que se taponan los vasos conductores por lo que los brotes y ramas (secundarias) del olivo se marchitan, incluso alguna vez las principales. Las hojas no tienden a caer, pero se doblan para dentro y las ramas mueren. El hongo se encuentra en el suelo y penetra en la raíz del árbol donde empieza a crecer, o, desarrollarse.
Hay algunas plagas como el barrenillo o el taladro que pueden ser confundidas con esta enfermedad. Para prevenir la enfermedad debemos procurar no regar en abundancia, intentar localizar el olivo afectado, sacarlo de raíz y no tapar el hoyo hasta un año después como mínimo.
- Aceituna jabonosa o Antracnosis: el hongo característico de esta enfermedad (Deuteromiceto) actúa contra la oliva, aunque también en ocasiones ataca a las hojas, brotes y madera. También es conocida como lepra, o momificado. Se suele desarrollar en zonas húmedas del sur y noreste de la Península Ibérica, llegándose a perder hasta el 40% de la cosecha, además, la calidad del aceite de oliva. Presenta dos síntomas:
- La podredumbre y momificado de los frutos, de aquí aceituna jabonosa. Este síntoma es el más característico de los dos. Los indicios de la enfermedad se pueden observar en los frutos verdes, pero es más normal que se vea en la maduración, al cambiar el color. Los frutos se van pudriendo y deshidratando, por lo que su aspecto queda arrugado.
- La defoliación y desecación de ramas, se presenta solo en ramas con un alto número de olivas afectadas. Las hojas se secan y se marchitan, se caen del olivo, se van secando las ramas, y el olivo se empieza a debilitar.
Para su tratamiento es recomendable usar productos que contengan cobre. Estos tratamientos son preventivos, cuando veamos que algún olivo está dañado debemos actuar, y en caso de lluvias repetir otra vez el proceso.
- Tumores o agallas del cuello: esta enfermedad está provocada por la bacteria Agrobacterium tumefaciens. Suele influir más en los olivos jóvenes. Los síntomas que nos indican la enfermedad son la aparición de bultos o "tumores" por la parte donde se bifurca el tallo de las raíces. Esto impide la correcta circulación de la savia, y el olivo muere, aunque suele tardar dos o tres años. Hay que intentar que el olivo no se haga heridas ya que esta enfermedad se contagia a través de ellas, por donde se introduce la bacteria, la cual ataca al olivo. Los tratamientos que se han utilizado son poco eficaces, por lo que lo mejor que hay que hacer ante esta bacteria es prevenir, y que los olivos estén en su mejor condición posible. En el caso de que esté bastante infectado hay que "sacrificarlo" para que los demás tampoco se infecten si tienen heridas.
Raíz de olivo infectada por esta bacteria:
El olivo muere dos o tres años después de ser infectado por la bacteria Agrobacterium tumefaciens
- Negrilla: para que se de esta enfermedad tiene que aparecer en el árbol una sustancia azucarada que proviene de pulgones, cochinillas o moscas blancas, en la cual el hongo negrilla o mangla se posa sobre ella. Podemos apreciar también como un polvillo negro recubre las hojas y los frutos, lo que dificulta la fotosíntesis de las hojas. El tratamiento suele centrarse en la liquidación de los insectos nombrados antes, para que no aparezca la sustancia azucarada, u talar las ramas afectadas.
Lo primero y primordial en estas enfermedades es su prevención, más que su tratamiento. También hay que tener en cuenta que todas las enfermedades que pueda tener el olivo afecta en la calidad del aceite de oliva que se realice posteriormente, disminuyendo su calidad.
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